Hola........hoy una cosa rara de cojones.....el Ferrari
410 Superamerica Ghia.
En 1955 el empresario norteamericano Bob Wilke le encargó a Ghia una versión exclusiva del Ferrari 410 Superamerica. Se trata de un vehículo exclusivo que está considerado por los ortodoxos de la marca italiana como el Ferrari menos Ferrari de todos los tiempos, puesto que su concepto y su estética se alejan de los gustos a los que históricamente nos tiene acostumbrados la firma de Maranello.
A comienzos de los cincuenta Ferrari intentó desembarcar en Estados Unidos con tres modelos diferentes:
el Ferrari 340 México (1952), el Ferrari América (1953) y el Ferrari
Superamerica (1955). Para ello la firma de Maranello apostó por
incorporar a sus modelos conceptos y detalles estéticos que fueran del
gusto del mercado norteamericano.
Lo cierto es que los coches del “cavallino rampante” no lograron sus objetivos iniciales, dado que en esa época tenían que competir, entre otros, con modelos “made in USA” como el Cadillac Fleetwood o las distintas alternativas de Lincoln, que en ese momento representaban la vanguardia del lujo al otro lado del Atlántico.
La experiencia de Ferrari en Estados Unidos no es precisamente para andar recordando. Tanto es así que de la gama Superamerica, presentada oficialmente en el Salón de Bruselas de 1955 con diseño Pininfarina, tan sólo se contabilizaron tres series “edición limitada”, y concretamente del modelo Ferrari 410 Superamerica con diseño Ghia sólo se llegó a fabricar una única unidad.
Con sede en Turín la empresa italiana Carrozzeria Ghia SpA fue fundada en 1916 por Giacinto Ghia y antes de pasar en 1973 a convertirse en la firma diseñadora de los mejores “top model” de Ford, Ghia tuvo oportunidad de poner su firma en algunos de los automóviles más emblemáticos de la historia de la automoción
La colaboración de Ghia con Ferrari surge a raíz del encargo del empresario norteamericano Bob Wilke, propietario en Milwaukee de la papelera Leader Card. Además de muy rico, Wilke era un gran aficionado a los coches lujosos y por esta razón entre 1951 y 1956 se había hecho -bajo pedido- con una colección de cinco exclusivos modelos de Ferrari. Todos ellos tenían en común el hecho de no ser vehículos convencionales.
¿Cuáles fueron los detalles exclusivos que Ghia incluyó en el Ferrari Superamerica 410? Sobre todo, hay que destacar las pronunciadas aletas laterales traseras, heredadas del mundo aeronáutico, y la presencia de una estética estructural en forma de cuña con líneas menos redondeadas, detalles que convirtieron al 410 Superamerica Ghia en el Ferrari más americano de la firma de Maranello y a la vez en el Ferrari menos Ferrari de la historia.
Por otro lado, en el 410 Superamerica de serie el carenado de los neumáticos era menos evidente, mientras que en la versión Ghia las ruedas quedaban parcialmente ocultas, al estilo de Cadillac, con una barra metálica que atravesaba longitudinalmente los laterales desde los faros delanteros a las ópticas traseras.
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