martes, 3 de noviembre de 2009

Alfa Romeo P2

Hola señores.....bueno aunque leido suene mal el cochecillo este se llamaba asi....

Hace ya muchoooooo tiempo hice un post que se llamaba "en blanco y negro" y alli entre otros salia este cochecillo.......mi amigo Alex tuvo la gentileza de poner su historia,pq yo en un alarde de lucidez puse "corrio donde pudo"....con permiso de Alex y en su honor ahi va eso...

Con dicho modelo llegó una de las etapas más gloriosas de la marca Alfa Romeo. El ingreso en la fábrica (por mediación de Enzo Ferrari) del ingeniero Vittorio Jano, proveniente de Fiat, cambió para siempre el rumbo de la marca, y le dió fama y prestigio Internacional. Genial e innovador como pocos, ingresó en Alfa Romeo con solo 26 años, edad en la que diseñó el mítico Alfa Romeo P2 (que corrió donde pudo) que junto a los Bugatti T35 marcaron las carreras de toda la década. Fue el primer 8 cilindros de Alfa Romeo con motor sobrealimentado, era un auténtico pura sangre, rápido y ligero que no tenía rival cuando los problemas no se ensañaban con su mecánica. Se sucedieron luego otros diseños, entre los que destacó el legendario modelo 8C, exitoso modelo de carreras que Vittorio Jano vistió para ser usado en la calle.

El 3 de agosto de 1924 en Lyon, se da la salida a la prueba más importante del calendario automovilístico internacional, con tres Alfa Romeo P2 entrando en liza por primera vez. El Gran Premio del ACF conoce una lucha vibrante en la que se ven involucradas hasta cuatro marcas: Fiat, Sunbeam, Delage y nuestra protagonista, Alfa Romeo. Se suceden en cabeza, entre ellos el Fiat pilotado por Borodino y Segrave. Avanzada la carrera, el inglés Guiness con Sunbeam llega a liderar la prueba; pero los “desatados” Alfa Romeo P2 le arrebatan la cabeza primero por mediación de Campari y luego en manos de un segurísimo Antonio Ascari que termina afianzándose en el primer lugar con autoridad, hasta que en la vuelta 31 (sobre 35) su P2 empieza a acusar un fallo mecánico que le hace bajar ostensiblemente el rendimiento. A ritmo anormalmente lento, Ascari intenta cumplir los giros finales mientras sus contrincantes lo van pasando uno tras otro. A una vuelta de la meta su P2 se para definitivamente. La victoria sin embargo ha sido para su compañero Campari, mientras Wagner completa el triunfal debut de Alfa Romeo con un cuarto puesto. La Delage, que en ningún momento ha disputado la cabeza, ve recompensada su regularidad con el segundo y el tercer lugar obtenidos por Divo y Benoist respectivamente; mientras Ascari, aún sin haber podido terminar, queda clasificado en noveno lugar.

En el Gran Premio de España en San Sebastián no están presentes los Alfa P2, así que son Bugatti, Delage y Sunbeam las que se disputan el triunfo, que cae del lado inglés gracias a Segrave.

La casa francesa Delage por su parte, decide no acudir al Gran Premio de Italia, donde los ya temibles P2 encontrarán así menos oposición. De hecho, la carrera italiana supone el desquite y la consagración de Antonio Ascari que nada más darse la salida alcanza la cabeza para no dejarla ya en ningún momento de las cinco horas largas de prueba. En su jornada triunfal, consigue la vuelta rápida y cruza la meta victorioso por delante de sus compañeros de equipo, Wagner y Campari. Minoia, con la eficaz aunque obsoleta Mercedes, se sitúa en un meritorio cuarto lugar.

Para la temporada de 1925, el número de pruebas de primera categoría (Grandes Premios) se eleva a cuatro con la incorporación del Gran Premio de Bélgica a los ya habituales en Francia, Italia y España. Se habla entonces de organizar algún tipo de Campeonato oficial y se decide, después de las oportunas deliberaciones, establecer un Campeonato del Mundo en el que sólo puntuarán las marcas, no los pilotos. Se declaran puntuables para el título los cuatro Grandes Premios europeos más las 500 millas de Indianápolis, especificándose la obligatoriedad de participar en al menos dos de ellos para figurar en la clasificación final.

Por entonces los P2 han elevado su potencia original con vistas a la nueva temporada; pero Delage también aumenta las prestaciones de sus bólidos con la adopción de una nueva mecánica turbocomprimida. Se espera con impaciencia la primera cita en Spa para saber dónde está cada cual. Alfa Romeo confía por su parte en que la creciente rivalidad deportiva entre sus dos pilotos punteros, Ascari y Campari, beneficie los resultados finales.

La historia del Gran Premio de Bélgica es conocida: una abrumadora demostración de superioridad por parte de Alfa Corse que sitúa a Ascari y Campari en las dos primeras posiciones a pesar de una prolongada parada en boxes para comer con mesa y mantel, dispuesta por Vittorio Jano como contestación a un público adverso. Antonio Ascari no sólo gana para Alfa, sino que sale además potenciado en su particular lucha deportiva que lo enfrenta a Campari por la primacía en el equipo. Tras la Carrera de Spa y tan contundente demostración, éste parece ser el único aliciente que tendrá la temporada.

Pero nuevamente la historia se escribe de forma distinta a la prevista. El Gran Premio del ACF se corre el 26 de Julio en el moderno circuito de Montlhery, inaugurado un año antes cerca de París. Allí todo parece desarrollarse según el guión previsto. Saliendo de atrás por los caprichos del sorteo, los P2 pronto alcanzan la cabeza de carrera y comienzan a distanciarse sin oposición real. También como parecía previsible, es Antonio Ascari quien se impone sobre Campari que una vez más ha de conformarse con marchar en segundo lugar tras su estela, cada vez más lejana. Ninguna sorpresa pues hasta la fatídica vuelta 22, en la que el Alfa Romeo P2 #8 pilotado por Antonio Ascari se sale entonces de la pista totalmente incontrolado; vuelca, quedando en posición invertida… el golpe es mortal de necesidad y el as italiano muere instantáneamente.

Tras el accidente en Montlhery, Alfa retira a sus pilotos de la prueba dejando la victoria en manos de Delage, que posteriormente se impondrá también en el Gran Premio de España.

Por su parte, Duesemberg, tras ganar las 500 millas de Indianápolis, también acudió al Gran Premio de Italia en busca del titulo mundial.

En Monza, sin embargo, la actuación de los Alfa Romeo fue de nuevo la prevista. Brilli Peri consigue una victoria "en homenaje a Antonio Ascari" que a la postre significaría la adjudicación del primer Campeonato de Marcas.

Desde entonces el emblema de Alfa Romeo se encuentra rodeado de una corona de laurel que la identifica como la primera Campeona del Mundo de la Historia. Unos laureles que empezó a entrelazar con la victoria en Spa de Antonio Ascari, quien como los grandes personajes de leyenda murió trágica y sorpresivamente al volante de un bólido de competición, cuando marchaba en cabeza de una carrera celebrada hace…………

3 comentarios:

  1. Tremendo reportaje compañero!!

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  2. Gracias Jordi por regalarnos estas maravillas... buscar y escribir algo sobre ellas es "coser y cantar" frente a la dedicación que necesita el montaje de tus cochecitos leré... un abrazote

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